
¡Hola!
Puede que ya te haya picado la curiosidad o puede que aún no.
Si estás entre los primeros, seguro que tienes miles de dudas sobre esto del crochet: ¿sería capaz de aprender?, ¿no es algo para la gente “creativa” ?, ¿de dónde voy a sacar tiempo para practicarlo si ya voy que no me da la vida?, ¿lo que podría hacer no es rollo tapete de la abuela?.
Si estás entre los segundos, espero haberte picado ;-).
Ahí van 5 razones por las que vas a querer aprender crochet:
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Tu vía de escape
Existen estudios científicos que apoyan la teoría de que las actividades rítmicas, como el crochet, ayudan a reducir los niveles de estrés. Betsan Corkhill, en su libro “Knit for health and wellness”, habla de cómo tejer ayuda a mejorar el bienestar de las personas. Betsan explica como:
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- El movimiento rítmico de las manos tiene influencia sobre el cerebro.
- Tejer facilita la relajación, que es lo que necesitas para reducir los niveles de estrés.
- Tejer ralentiza tus pensamientos, haciendo que puedes pensar con mayor claridad.
- Tejer te distrae, enfocando tu mente lejos de tus problemas.
- Tejer pone a tu mente en un estado similar al de la meditación.
- Tejer te ayuda a ser más paciente y perseverante.
- Tejer implica planificación y establecer metas, lo que ayuda a que seas más organizado.
- Tejer es divertido y desarrolla la creatividad.
Gracias al trabajo de Betsan Corkhill, científicos, médicos y psicólogos se están dando cuenta de que tejer es beneficioso para la salud.
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Tu sitio
En tu sofá favorito, de camino al trabajo en el bus o metro, cuando vas de copiloto en el coche (os puedo decir que leer me marea, pero hacer crochet no), esperando a que el médico te dé audiencia, en el parque, de viaje en tren, esperando un avión, viendo el partido de fútbol de tu hijo, en coche de caballos, incluso he visto a gente ¡haciendo crochet mientras paseaba! (esto último aún no lo he probado…).
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Tu tiempo
Tú decides el tiempo que le dedicas y el nivel de concentración. Me explico. Puedes dedicarle desde 10 minutos al día, a horas y horas seguidas. Desde un proyecto que puedes hacer mientras ves tu serie preferida, a un proyecto en el que necesitas estar contando puntos. Desde hacer una cesta en un par de horas, a hacer una manta poco a poco en unos meses. Tú decides.
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Tu presupuesto
Aguja, hilo… y unas tijeras. Con esto, puedes ponerte manos a la obra. Hay distintos tipos de agujas en el mercado: de plástico, de acero, de aluminio, de madera, de bambú. Y una gran variedad de hilos: lana, algodón, trapillo… por enumerar 3 de los más comunes.
Hoy en día, además de en tiendas físicas, puedes encontrar estos productos en multitud de tiendas online a precios económicos. Esto es como todo, puedes gastarte desde 3 euros, ¡a lo que quieras!.
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Tu creación
Creo que el refranero español es muy sabio y, como bien dice, “para gustos los colores”. Hay una gran variedad de proyectos, estilos y niveles de facilidad (que no de dificultad). Bufandas, cuellos, gorros, jerséis, chales, bolsos, mochilas, estuches, cestas, gateras, corbatas, collares, mantas… y un largo etcétera. Si te paseas por Pinterest, encontrarás un sinfín de posibilidades.
Y siempre puede ser algo para ti, o para regalar. No sabes la ilusión que hace regalar algo hecho a mano. Es como entregar un pedacito de ti.
¿Aún no te he convencido?. Imagino que una de tus inquietudes sigue siendo que parece algo difícil de aprender. No puedo decirte que sea muy fácil, es una actividad manual a la que no estamos acostumbradas. Pero sí puedo decirte que es posible aprenderlo, es más fácil de lo que parece. Es cuestión de ponerte a ello y practicar, de verdad. En próximas publicaciones te lo demostraré.
¿Listo para comenzar la aventura?.
Un beso fuerte.
@MissBlackbelly